China prueba bandas de detección de la atención de niños en las escuelas
La tecnología sigue sorprendiéndonos cada día, con nuevos hallazgos e inventos, para hacernos la vida más fácil, aunque algunas veces pueda revertir en nuestra contra. China es uno de los países líderes en innovación en temas de inteligencia artificial. En esta línea, una nueva iniciativa del gigante asiático se ha introducido en las aulas: en algunos de sus centros educativos han comenzado a probar bandas de detección de la atención de los niños.

China prueba bandas de detección de la atención de niños en las escuelas
Veamos en qué consisten estas cintas medidoras y qué implicaciones tiene su uso.
¿En qué consisten estas bandas de detección de la atención?
Se trata de un gadget tipo cinta o diadema llamado ‘Focus’, que se coloca horizontalmente en la frente. Esta cinta usa sensores de electroencefalografía (EEG) con la capacidad de medir y emitir un reporte de señales de ondas cerebrales -Alfa, Beta y Theta-, que analizan diferentes niveles de estados mentales, entre los que cabe destacar la concentración o el grado de relajación.
Los dispositivos ‘Focus’ son producidos por BrainCo Inc., una startup respaldada a nivel científico y tecnológico por la Universidad de Harvard, con sede en Boston. Esta compañía tecnológica se dedica al desarrollo de la tecnología Brain Machine Interface con un enfoque en big data y ciencia del cerebro.

Bandas de Brainco en niños
Las bandas negras de detección para la cabeza vienen con un portal llamado Focus EDU, que la compañía presume de que es ‘el primer portal de aula del mundo para que los maestros evalúen la efectividad de sus métodos de enseñanza en tiempo real y hagan los ajustes correspondientes’.
A través de Focus, se monitorea en tiempo real el nivel de concentración de los estudiantes, y se envía esa información al profesor de turno. Al mismo tiempo, mediante una señalización de colores, se muestra en la banda de cada niño la luz LED con el color correspondiente a su nivel de atención. Siguiendo la pauta de los semáforos, de un solo vistazo el maestro puede ver qué estudiantes han perdido el hilo o están a punto de hacerlo. Al final de cada clase, el portal proporciona un informe que destaca a los estudiantes con las tres puntuaciones más altas.
Hay que señalar que las bandas de BrainCo no emiten ninguna señal al cerebro, solo recogen información. En este sentido, no es un procedimiento invasivo y no se tiene acceso a información personal más allá de los parámetros medidos.
España, entre los próximos países en probar las bandas medidoras de atención en estudiantes
La compañía BrainCo señaló en enero de 2019 que ya había probado esta banda con 10.000 estudiantes chinos de edades comprendidas entre los 17 y los 21 años durante tres semanas.
Estas bandas a día de hoy se emplean ya en varios centros educativos de la provincia de Zhejiang, situada en el sur de China, incluido el Colegio Experimental Jiangnan de la ciudad de Hangzhou.
La empresa BrainCo en estos momentos está planeando extender el experimento en otros países, entre ellos España, además de Estados Unidos, México o Brasil.
Bandas de atención para niños, ¿avance o retroceso?
Podemos hacer nuestra la frase napoleónica de que ‘cuando China despierte, el mundo temblará’. De momento, este país asiático parece que ya está haciendo temblar a los mercados internacionales. ¿Deberíamos temblar con estas nuevas medidas de monitoreo infantil?
Ya el año pasado vimos informes de escuelas chinas que utilizaban tecnología de reconocimiento facial para monitorear los niveles de atención de los estudiantes. De hecho, en las calles de China y otros países ya se pueden identificar ciudadanos con gran precisión mediante reconocimiento facial. Esto es solo un avance tecnológico más, que en principio tiene como objetivo controlar la atención de los estudiantes, con la supuesta intención de mejorar su rendimiento escolar y facilitar esa información a padres y profesores.
En un mundo donde muchos padres están preocupados por si sus hijos tienen déficit de atención o hiperactividad, esta nueva interfaz cerebro-máquina puede resultar atractiva. Sin embargo, podemos preguntarnos ante qué nos encontramos, en qué medida es positivo este avance, y qué implicaciones o riesgos tiene. ¿Utopía por un mundo de niños atentos y bien formados, o la distopía de una sociedad compuesta por individuos monitorizados como ratas en un laboratorio?
Si bien los padres y las madres chinos de momento parecen no encontrar ningún problema a este uso de bandas con sus hijos, en la sociedad china y en todo el mundo ha explotado el debate y muchas críticas. Algunos incluso han bromeado diciendo que ya de paso se puede añadir la opción de que la diadema emita descargas eléctricas en los estudiantes menos atentos, como refuerzo negativo.
Si bien el objetivo de BrainCo es en principio ayudar con la tecnología a que los profesores puedan ofrecer una atención personalizada a los estudiantes, toda la configuración de Focus es muy restrictiva para los alumnos. Además, esta parametrización exhaustiva supone una presión adicional sobre los niños para que presten atención durante la clase, lo cual puede ser contraproducente o incluso tener efectos colaterales, sobre todo en niños con más dificultades en ese área.
Las autoridades se plantean ahora extender el experimento a las empresas, lo cual podría afectar también en muchos aspectos a nivel social y económico. Por ejemplo, se podría sentar un precedente en el que las empresas o personas que peor calificasen acabasen en listas negras, tuvieran peores condiciones u otros.
Esto puede repercutir en implicaciones más grandes: la información sobre los individuos a gran escala, el riesgo de control poblacional que podría facilitar esta tecnología y otros aspectos relacionados con la libertad individual y los riesgos de abusos de poder por parte de las instituciones, las empresas y los gobiernos.