El BATX (Baidu, Alibaba, Tencent, Xiaomi) como recurso geoestratégico de China
“Cuando China despierte, el mundo temblará”
dijo Napoleón, y hoy se vuelve más cierto que nunca. Las batallas del siglo XXI no tienen armas de fuego, sino billetes y sobre todo imperios tecnológicos.
En el lado americano y europeo competimos con la fuerza de los gigantes occidentales como Google o Facebook, pero China tiene también sus imperios digitales, que conforman el BATX y son un recurso geoestratégico para China. Son las nuevas estructuras de poder mundial, de colonialismo digital.
¿Qué es BATX exactamente y qué relación tiene con China?
Cuando hablamos de BATX nos referimos al imperio tecnológico chino, el acrónimo de Baidu (buscador), Alibaba (eCommerce), Tencent (red social) y Xiaomi (dispositivos móviles).
Cabe preguntarse si es una simple lucha de empresas que compiten en un mercado libre, o si se trata de algo más. Analizando el origen de las empresas del BATX podemos concluir que se trata de una cuestión de geopolítica e Internet.
Cada vez más innovadores, los gigantes tecnológicos chinos se están afirmando como serios competidores de sus homólogos estadounidenses y europeos. Pero a diferencia de la GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) , la línea entre sus estrategias y las de Beijing es difícil de definir, hasta el punto de crear una desconfianza generalizada en el exterior.
A finales de noviembre de 2018, el mundo de la tecnología quedó anonadado cuando el Partido Comunista Chino reveló que Jack Ma era oficialmente uno de sus miembros. El líder de Alibaba, que fue recibido como una estrella de rock en todos los países occidentales, había encarnado hasta ese momento a la China moderna y tecnófila.
Esta noticia, que arrojó nueva luz sobre los vínculos entre el estado chino y los gigantes tecnológicos, reavivó la sospecha de que detrás de cada inversión tecnológica china se encuentran motivos políticos.
El BATX le debe mucho al poder político. Es gracias a las inversiones públicas en infraestructuras digitales lanzadas desde la década de 1990 que estos gigantes han podido despegar.
A principios de la década de 2000, su ascenso se convirtió en una de las prioridades de los planes quinquenales de Beijing. Además, el estado no dudó en expulsar a los jugadores occidentales del mercado chino, como Google, Yahoo o Facebook, para proteger a su rebaño.
Pero el BATX todavía disfruta de una relativa independencia política. El tono cambia radicalmente cuando la tecnología de la información se convierte en un tema de competitividad internacional.
A su llegada a la cabeza del estado chino en 2012, Xi Jinping abandonó el perfil bajo del gobierno en la estrategia de la escena internacional y se hizo cargo de las ambiciones globales de su país. Su objetivo es que China se convierta en la principal potencia mundial. Para lograrlo, China necesita ser una superpotencia tecnológica.
Beijing ha lanzado Made in China 2025, un vasto plan para mejorar su industria. Los robots, las redes móviles y las tecnologías de big data se han convertido actualmente en las prioridades estratégicas.
De la guerra comercial a la digital
La guerra comercial de Estados Unidos y China ya era noticia desde principios de 2019, cuando el Gobierno de Trump subió del 10 al 25% el arancel sobre productos chinos. Este conflicto ha afectado directamente a la economía mundial, y sin duda el coronavirus no ha hecho sino aumentar las consecuencias de esta situación.
En medio de este contexto de crisis y conflicto internacional, nos encontramos con dos bandos en la batalla cibernética que tienen rivalidad desde hace mucho más tiempo del que seamos conscientes. De un lado está Estados Unidos y el mundo occidental con el GAFAM, siglas para referirnos a Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, al que podemos añadir Twitter.
En el otro lado está el Sudeste Asiático encabezado por China con el BATX. Pero no todo se reduce a estas empresas tecnológicas, pues también hemos visto cómo en Estados Unidos intentaron prohibir Huawei hace un año, y hasta hace pocas semanas se debatían en prohibir Tik Tok, la nueva red social de éxito entre los jóvenes, de origen chino.
En cuanto al Sudeste Asiático, es cierto que Amazon está bien establecida en India y que Google cuenta con un centro de I + D en Singapur. Con todo, en gran medida no tienen peso en estos países, especialmente en China.
Desde 1990 el Gobierno Chino empezó una política de internacionalización, de globalizar las industrias chinas en todo el mundo. Los gigantes tecnológicos, que se han tomado el tiempo de desarrollarse a la sombra del estado chino, están conquistando el Planeta.
Tencent, muy presente en videojuegos en China, ha invertido en este sector en Tailandia, Singapur e incluso en Finlandia, con la adquisición de Supercell, editor de Clash of Clans.
Xiaomi, el fabricante de smartphones, ha aplicado una estrategia similar en India, comprando una empresa que transmite contenido de audio y video.
Más recientemente, los gigantes tecnológicos chinos han liderado una ofensiva notable en el mercado estadounidense. Alibaba ha invertido en varias películas de Hollywood, por ejemplo, el último episodio de la saga de ‘Misión Imposible’: Fallout.
El objetivo de estos gigantes tecnológicos es bien claro: quieren dominar todos los mercados digitales verticalmente. Así lograrán la comercialización tanto de los medios como de los contenidos de difusión.
Conclusión
Veremos qué nos deparará el futuro, pero deberemos estar atentos al poder del BATX y a la guerra cibernética Oriente-Occidente, y en medio está Rusia con sus sinergias con China.
Por otro lado estamos los ciudadanos, intentando resistir con una Internet libre que soñamos en los 70s y 80s y que no deberíamos dejar que desaparezca.