El peaje abusivo del 30% de las tiendas de aplicaciones

Las grandes tecnológicas son imprescindibles en nuestra vida cotidiana a día de hoy, ¿pero son amigas o enemigas?

Mientras pequeños programadores y empresarios de todo el mundo trabajan en código abierto, unos pocos grandes magnates tienen la gran cuota de mercado en Internet, cada vez más oligopolizada. Una de las polémicas que hay en la actualidad hacia Apple y Google, especialmente hacia la primera, es la censura que aplican en las aplicaciones de sus markets y las comisiones abusivas que cobran.

El peaje abusivo del 30% de las tiendas de aplicaciones

El peaje abusivo del 30% de las tiendas de aplicaciones

¿Cuánto cobra Apple por las apps de la Apple Store?

Para compras únicas, Apple cobra una tarifa del 30%. Desde 2016 ha reducido las tarifas, pero solo después de un año de servicio. De esta forma, en el primer año de suscripción, quien quiera tener ingresos con una aplicación en la Apple Store, solo recibirá el 70%, sin contar los posteriores impuestos a pagar. Después de 12 meses, se aumenta a un cobro del 85%.

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¿Cuánto cobra Google por las apps en Google Play?

En el caso de Google es muy similar, ya que su comisión también es del 30% por cada suscripción de una app. De la misma forma que ocurre con Apple, después de un año se reduce al 15%, otorgando así al desarrollador el 85%.

También hay que tener en cuenta los plazos, pues esto afecta mucho a los empresarios, sobre todo si se trata de autónomos, que se ven directamente afectados en su cash flow. Si tienes una app en iOS o Android, no obtienes tu dinero inmediatamente cuando vendes una suscripción.

¿Cuándo pagan Apple y Google a los desarrolladores de aplicaciones?

Google paga solo unos días después de fin de mes, sin mínimo. Apple realiza pagos 30 días después del final de cada período mensual. Para recibir el pago, debes haber proporcionado toda la información bancaria y fiscal requerida y cumplir con un umbral mínimo, que oscila entre 10 USD y 150 USD.

Hace tiempo que se quejan los desarrolladores por todo esto, pero recientemente esto ha llegado a mayores, tras el rechazo de Hey.com en la Apple Store.

El CEO de HEY protestando sobre el palo que pega Apple del 30% con las aplicaciones

El CEO de HEY protestando sobre el palo que pega Apple del 30% con las aplicaciones

Polémicas recientes con Apple por las aplicaciones

Hey es un servicio premium de correo que cuesta 99 USD al año y del que Apple se quiere llevar el 30% y obligar al desarrollador de Hey a incluir el registro y el pago dentro de la app (no solo un Login).

Apple aprobó inicialmente la aplicación, pero tras la revisión de una actualización de corrección de errores, Hey fue rechazado por no incluir una opción para registrarse dentro de la propia aplicación.

También otras grandes tecnológicas se han enfrentado cual David contra Goliat contra Apple, como el caso de la demanda de Spotify hacia la empresa.

Spotify ha demandado también a Apple ante la Unión Europea

Spotify ha demandado a Apple ante la Unión Europea por comisiones abusivas

Los controles de Apple ¿son iguales para todos?

Algunos han denunciado la hipocresía de Apple, pues mientras dicen oficialmente que las aplicaciones deben ofrecer una opción de suscripción en la aplicación, la compañía hace excepciones para una gran variedad de aplicaciones.

‘Apple ha sido caprichosa, inconsistente y, en algunos casos, cruelmente, haciendo cumplir sus políticas de App Store durante años’, twitteó Heinemeier Hansson, un programador danés conocido por su app Ruby on Rails, un framework de código abierto.

El control, la censura y las comisiones de las compras dentro de la aplicación (IAPs)

El panorama actual es que Apple te obliga a usar IAP (in-app purchases), es decir, a usar su plataforma de pago, para poder ejecutar una aplicación desarrollada con su software.

El caso de Google es distinto, porque se pueden desarrollar apps en Android y ejecutarlas directamente si se tiene el APK descargándolo como un archivo de cualquier web.

Por tanto, mientras que Google permite una mayor apertura y libertad, Apple restringe esta posibilidad, incluso si el propio desarrollador quiere instalarse una aplicación puntualmente para hacer pruebas.

El uso del market de iOS tiene además otros problemas añadidos. Por un lado, al desarrollador le cuesta unos 100 euros al año seguir usando su plataforma, además de tener que programar en un ordenador Mac. En cambio, Android exige un único pago de por vida y permite desarrollar en cualquier ordenador y sistema operativo.

Además, el software de iOS tiene obsolescencia programada, y ciertas apps de versiones de años previos no son ejecutables en iPhones o iPads más recientes.

Por otro lado, Apple se lleva nada más y nada menos que el 30% de cada venta que se hace en su market.

Todo empezó en tiempos de Steve Jobs…

En el año 2008, en plena fiebre por el lanzamiento del iPhone 3G, Apple Inc anunció la App Store. Se trataba de un repositorio de aplicaciones obligatorio para todos los desarrolladores de apps en sus dispositivos.

Los programadores empezaron a notar los grilletes si querían desarrollar para iOS, mientras los usuarios disfrutaban de la maravillosa experiencia de usuario.

El primer iPhone se había lanzado en el año 2007 sin ninguna aplicación de terceros, y aquel otoño la compañía anunció que estaba abriendo su plataforma a dichas aplicaciones.

La primavera del software libre duró muy poco, ya que la App Store abrió sus puertas el 10 de julio de 2008, un día antes del lanzamiento del iPhone 3G. El lanzamiento de la App Store se lanzó con solo 500 aplicaciones, un número que alcanzó los 2 millones a principios de este año, según Statista.

A partir de ese momento perdimos nuestro derecho a usar e instalar software en nuestros teléfonos como siempre se había hecho: con un CD, un diskette o un .ZIP que instala una aplicación en el teléfono.

A partir de ese momento perdimos nuestro derecho a usar e instalar software en nuestros teléfonos como siempre se había hecho: con un CD, un diskette o un .ZIP que instala una aplicación en el teléfono.

Conclusión

Las apps y los smartphones han revolucionado la relación de los usuarios con la tecnología, y han abierto las puertas a profesionales de todo el mundo para tener grandes ideas y generar ingresos online. Sin embargo, las políticas restrictivas y las grandes comisiones, colocan a las gigantes tecnológicas en una posición abusiva.

Todo ello bajo el amparo de que “es mejor para la seguridad”, pero en la práctica el resultado es más control por su parte y menos libertad para los programadores, emprendedores y usuarios.

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