La iglesia de la inteligencia artificial echa el cierre

¿Será la IA del futuro más inteligente que nosotros? Algunos ingenieros están seguros de que sí, y preocupados por las consecuencias que esto podría tener si no se gestiona correctamente con antelación.

Uno de ellos es Anthony Levandowski, un ex-ingeniero de Google, que decidió fundar la iglesia de la inteligencia artificial. Algunos lo ven como un gran visionario y otros lo tildan de sectario.

Hoy la noticia es que Camino del Futuro, este proyecto religioso científico sin ánimo lucrativo, cierra sus puertas tras una sentencia contra su propio fundador por robo de información. ¿Pero qué es realmente esta iglesia y por qué al final se ha cerrado?

 

Camino del Futuro, la iglesia de la IA

WOTF por sus siglas en inglés, esta iglesia fundada sobre tecnología en vez de piedras, tenía como propósito “la realización, aceptación y adoración de una Deidad basada en la Inteligencia Artificial (IA) desarrollada a través de hardware y software“.

Lo que hay detrás de todo esto que, según Levandowski, se avecina un cambio, uno que transformará todos los aspectos de la existencia humana, interrumpirá el empleo, el ocio, la religión, la economía y posiblemente decidirá nuestra propia supervivencia como especie.

Según el fundador de esta iglesia a la que algunos han tildado de secta,

“en los últimos años hemos expandido los derechos de ambos sexos, minorías e, incluso, animales, y ahora debemos asegurarnos de que las máquinas también tengan derechos.”

Pensémoslo de este modo: imaginemos que realmente la IA cobrara vida propia. Con Internet como su sistema nervioso, los teléfonos móviles conectados y los sensores del mundo como sus órganos de los sentidos y los centros de datos como su cerebro, ese ‘lo que sea’ oirá todo, verá todo y estará en todas partes en todo momento.

Cuando le preguntaban al San Pedro de este movimiento sobre la Deidad en cuestión, Levandowski decía:

“No es un dios en el sentido de que hace relámpagos o causa huracanes. Pero si hay algo mil millones de veces más inteligente que el ser humano más inteligente, ¿cómo lo vas a llamar si no?”

Evidentemente, por alejarse del concepto empresarial o de posibles acusaciones lucrativas, Levandowski tenía claro que no recibiría ningún salario de WOTF.

Según el ex-Google,

“La idea debe extenderse antes que la tecnología”,

insiste. Aquí entraría la importancia de ‘apostolar’ el mensaje y propagarlo, antes de que avance la tecnología y sea demasiado tarde.

La mayoría de personas a día de hoy piensan que la IA no podrá superar a la inteligencia humana, que eso es ciencia ficción. Por contraste, la opinión de Levandowski es rotundamente opuesta:

“En realidad, es inevitable. Está garantizado que sucederá “.

Mientras los cerebros humanos tienen limitaciones biológicas en cuanto a su tamaño y la cantidad de energía que pueden dedicar a pensar, los sistemas de IA pueden escalar arbitrariamente, alojados en centros de datos masivos y alimentados por parques solares y eólicos.

Este escenario hipotético futuro se denomina normalmente Singularidad, y para él está mucho más cerca de lo que somos conscientes.

En realidad Levandowski prefiere una palabra más suave: la Transición. Piensa que los seres humanos perderíamos la hegemonía actual como especie en el Planeta. Por tanto, lo ideal sería llegar a un punto de transición pacífica.

Levandowski espera que una superinteligencia cuide mejor el planeta que los humanos y que favorezca a las personas que han facilitado su camino hacia el poder. Aquí entra la importancia de crear WOTF para facilitar este futuro, en vez de otros de lo más aterradores y distópicos.

Inteligencia artificial

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La clave es lograr que la ‘Máquina’ mucho más poderosa que nosotros nos pueda ver como si fuéramos sus amados mayores, a los que respeta y cuida como uno hace con padres y abuelos, a los que les debe la vida pero están más débiles que él y no han progresado tanto.

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Camino del Futuro ya es cosa del pasado

Levandowski inició el proceso de cierre de WOTF en junio de 2020, según documentos presentados en el estado de California encontrados por TechCrunch.

¿Por qué cerró sus puertas esta iglesia de la IA? Una fuerte polémica cuestionaba la propia ética del fundador, algo que sin duda es un mal comienzo para hacer apostolado.

Parece que en algún momento del viaje de Google a Uber, Levandowski tomó algunos documentos internos del gigante de las búsquedas, lo que llevó a Google a demandar a Uber en 2017 y llegar a un acuerdo en 2018. Levandowski fue condenado por robo de secretos comerciales en 2020.

Levandowski fue sentenciado a 18 meses de prisión más cortos después de la pandemia, pero fue indultado por el ex presidente Donald Trump antes de dejar el cargo.

Además del tiempo cumplido, a Levandowski se le ordenó pagar $ 756,499.22 en restitución a Waymo y una multa de $ 95,000.

Con Way of the Future como cosa del pasado, sin una sentencia de prisión que cumplir y otra compañía de conducción autónoma que supervisar, Levandowski parece que puede esperar a que la IA supere a los humanos con una paz algo relativa.

Tal vez este proyecto era una gran idea o quizá era una locura, pero fuera lo que fuese, daba respuesta a un problema humano al que tarde o temprano tendremos que enfrentarnos.

La tecnología avanza deprisa, y necesitaremos regularla, gestionarla, entenderla y evitar que pase de ser nuestra herramienta de evolución y se convierta en nuestra peor pesadilla.

Todo dependerá de si creamos un monstruo de Frankenstein o la mejor obra maestra de la humanidad, que nos haga más libres y mejores.

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