KFC está trabajando con una empresa rusa de bioimpresión 3D para intentar hacer nuggets de pollo de laboratorio
Aquellos que ponían el grito en el cielo ante el salto de la gastronomía tradicional a la cocina molecular, ahora pueden abrocharse el cinturón ante lo que viene. Otros, en cambio, van a ver realizados muy pronto sus mayores sueños de ciencia ficción. KFC ha anunciado que está trabajando en el diseño de nuggets de impresión 3D.
La tecnología abre paso a una tendencia cada vez más en alza, la comida creada en laboratorio. Si hace un tiempo conocíamos las propuestas de Beyond Meat y de Impossible Foods, cada una con sus particulares apuestas de futuro, ahora KFC presenta un nuevo reto para la innovación culinaria.

KFC intenta hacer nuggets de pollo de laboratorio
Mientras algunos apelan a la tradición, otros se sumergen en el apasionante mundo de la bioimpresión y todo el horizonte de posibilidades que abre. ¿Hay que evitar esto a cualquier precio, teniendo en cuenta que podría acabar con el hambre en el mundo e incluso solucionar el problema del cambio climático?
Con todo, algunos señalan que la salud de las personas puede correr riesgos, y otros apuntan a que la experiencia de alimentarse se podría perder para siempre, con sus implicaciones sociales y antropológicas.
¿En qué consiste la propuesta de KFC?
KFC está tratando de crear los primeros nuggets de pollo producidos en laboratorio del mundo, como parte de su concepto de ‘restaurante del futuro’. La cadena de restaurantes de pollo trabajará con la compañía rusa 3D Bioprinting Solutions para desarrollar tecnología de bioimpresión que ‘imprima’ carne de pollo.
El proyecto de Kentucky Fried Chicken es lograr diseñar en laboratorio unos nuggets de pollo que sean lo más similares a los originales, y al mismo tiempo sean más ecológicos y asequibles. Su idea surgió ante la creciente demanda del mercado de alimentos alternativos a la carne tradicional, y la preocupación por el calentamiento global.
El producto base que se utilizará para estas impresiones 3D es un conglomerado de células de pollo y material vegetal. KFC planea proporcionar a la empresa de bioimpresión ingredientes como el pan para el rebozado, así como las especias.
Su objetivo es ‘lograr el sabor característico de KFC’ y conseguir que la experiencia de los consumidores sea lo más similar a comer un pollo genuino, en cuanto a sabor, aromas y textura.
Los nuggets bio impresos serían más ecológicas de producir que la carne de pollo estándar, según ha señalado recientemente KFC, citando un estudio realizado por el American Environmental Science and Technology Journal que dice que muestra los beneficios de cultivar carne a partir de células, incluidas las reducciones de gases de efecto invernadero, así como la reducción en el consumo de energía en comparación con los métodos agrícolas tradicionales.
KFC ha asegurado que sus primeros nuggets bio impresos podrían estar ya disponibles en una primera fase de pruebas para finales de este otoño de 2020. Si bien KFC no ha concretado qué ventaja competitiva tienen estos procesos innovadores respecto a otros que se están realizando, han señalado que ‘no hay otros métodos disponibles en el mercado que puedan permitir la creación de productos tan complejos a partir de células animales’.
Con todo, la fecha para que los consumidores podamos empezar a probar esos nuggets de pollo de laboratorio sigue siendo un misterio. Por tanto, veremos si logran superar los retos que se irán encontrando, y si el resultado será el esperado para ellos y para nuestros paladares, el bolsillo y el Planeta.
La revolución de la impresión 3D, más allá del pollo
La bioimpresión 3D es un proceso lento y laborioso, pero en la actualidad ya se cosechan éxitos a pequeña escala en diferentes áreas, incluida la Medicina. Con todo, aún queda mucho por hacer, porque de momento se presentan algunos desafíos que no logran superar las impresoras 3D.
Investigadores de la Universidad de California en Berkeley que trabajan en un proceso para bioimprimir órganos humanos para trasplantes notaron el año pasado que los materiales biológicos tienden a deteriorarse antes de que se complete el proceso. Su método requería congelar el material biológico mientras se imprimía. En este sentido, los expertos creen que aún queda un largo camino por recorrer antes de que la bioimpresión 3D pueda crear órganos funcionales para los pacientes trasplantados.
Conclusión
La cocina inteligente ha llegado, con sus promesas de mejora, y sus amenazas. La carne futurista se nos presenta como más amigable con el medio ambiente y asequible para todos, ¿pero a qué precio para nuestra vida y nuestra salud? Veremos cómo evoluciona la iniciativa de KFC, aún en pañales, y si realmente dan con la panacea que resuelva todos nuestros problemas, en vez de crearnos unos nuevos.